martes, 29 de marzo de 2011

Qué se odia cuando se odia

No es pregunta, es afirmación de la más pura y concreta que pueda existir.
Qué se odia cuando se odia. Yo te lo puedo decir...SE ODIA TODO.
Sí, todo. Cada célula de su cuerpo, su voz, su estela...sus malditos comentarios.
Esa felicidad tácita que amenaza con quitarte lo poco y nada de equilibrio que te queda.

¿Qué se odia cuando se odia? Parece pregunta, pero es respuesta.
Lo que comienza como una simple e inconexa incomodidad que se va acrecentando, lo que no disminuye con nada, es más...te hace insoportable a la vista de todos ¿no los ven? son patéticos...unos malditos exasperantes y mediocres "seudo-sabelotodo"...

Si fuera por aspirar odio ¡Dios, ya sería una drogadicta!

jueves, 24 de marzo de 2011

El adiós de un amigo.

       Camino a la estación hay un clima muy bonito, los colores del atardecer, el aroma que se respira a esta hora del día…Sí, definitivamente el atardecer es la mejor hora para…me pregunto si en casa habrán notado ya mi ausencia.

No quiero pensar que me equivoco. Estoy seguro o más bien casi, quién sabe, quién verdaderamente está seguro de algo en absoluto… qué más da, si siento que ya no puedo soportar....simplemente no puedo…

Esta mañana no hubo problema, nunca mencioné ni dí indicios de nada que pudiera levantar sospecha. Me despedí de papá como siempre…trato de no volver atrás, soy más fuerte que eso, sí, mucho más fuerte que un par de recuerdos vagos. 
Esos rostros cotidianos papá, mamá…mamita ¿me podrá perdonar? Sabe, usted es la mejor de todas ¡la quiero tanto! Pero supongo que ya lo sabe…

Mmm..., sí…el aire fresco es tan grato, te hace sentir tan vivo, tan libre. El viento susurra en todas direcciones. El lugar al que me dirijo debe estar más allá, puedo sentirlo, entre más alejado mejor. Elijo yo, nadie lo hace por mí, qué extraño. Quizá debí ser más fuerte en mis decisiones, quizá de vez en cuando es necesario levantar la voz exigiendo. No importa, ya no es tiempo de pensar en lo que pudo o no ser.

El sol sigue bajando…presiento que voy llegando, el corazón se me aprieta, no quiero ser conciente de lo que me espera ¡y pensar que mañana es otro día! Pero aunque son todos iguales, ninguno lo es y éste menos que ninguno, no para mí…Unos nacen, otros mueren…pero yo elijo, cuando, cómo y dónde…jajajá puedo percibir cada sensación de una manera diferente, tan especial, tan única…maravillosa, que nostalgicas son las despedidas…

¡Cuán insólito es esto! mientras avanzo por la estación las lágrimas me bañan el rostro, no puedo creerlo, es el final. Miro hacia atrás, ya hace mucho que dejé la estación, ahora camino solo por estos rieles que me llevan a un camino sin regreso.

En qué estarán mis amigos, seguramente cada uno preocupado de sus asuntos,  como lo estoy yo ahora ¡ah, cómo pasa el tiempo! Si todavía retengo en mi memoria los momentos más lindos de mi vida junto a ellos y mi familia…¡Dios misericordioso…!

Este nudo en la garganta se va haciendo cada vez más fuerte ¡quiero gritar! ¡Grito! Una y otra vez caigo en desesperación…miro hacia atrás ¿y si me devuelvo? Nadie sabe dónde estoy, antes de tomar la micro dejé mi celular apropósito en casa…y las cartas ¿las llevo conmigo? Sí…aquí están, son mi única motivación para continuar.

Mi mente divaga…siento un ruido, respiro hondo…aspiro aire, me lleno los pulmones,  mi madre…que linda, me está sonriendo.

-          No mami, esta vez no llegaré a casa temprano, no me espere con el té servido, y mis gatitos tienen hambre. Sabe…la quiero tanto, pero nunca se lo dije.

El ruido se hace cada vez más fuerte, son casi las seis…me doy la vuelta, ahí está… viene, se aproxima a toda velocidad…aspiro mi última bocanada de aire y abro mis brazos en señal de querer volar…

…Sí, camino a la estación hay un clima muy bonito…