Qué injusta es la vida.
No hay nada que se pague en bien
por hacer las cosas correctas.
Los que velan por sus propios
intereses y se vuelven egoístas son los que triunfan.
No existe el final feliz para
la chica buena.
En fin, estoy cansada, agotada,
fatigada, CABREADA.
Tanto adjetivo para describir el
fracaso con todas sus letras.
Y no es que no lo sienta, los
otros me lo recuerdan y exprimen…y es tan malditamente odioso.
Hay veces, como ahora, que deseo
desaparecer la raza humana, porque me doy cuenta que son todos una manga de
oportunistas sin corazón.
Una vez pensé, hace mucho. hasta que el tiempo y las circunstancias fueron revelando el camino, que tenía una igual.
Una “amiga” loca, simpática, confiable y segura. Una chica que pese a todo, la
conocía bien. Entendí muchas cosas, aprendí con ella. Pero el tiempo, ese que
todo lo revela, que todo lo borra o simplemente cambia hizo que aquello se viniera abajo..
TRAICIÓN se vuelve
una constante en mi cabeza. Esa chica que una vez llegué a tenerle confianza
hoy no significa nada más que un recuerdo borroso de alguien que no tuvo el
coraje ni la valentía. Un ser cobarde que se vio envuelta en el sabor de la
gloria para olvidarse de quien necesitaba una palabra de consuelo.
Pues bien, me hizo muchas y las
fui guardando. Ya no creo más en gente ególatra, plástica y fútil.
La palabra AMISTAD es una mera invención.
Estamos solos, y en este mundo gana el más fuerte.
Felicidades.
Felicidades.