Cuan grandes las fuerzas que mueven este planeta, una aplastando a la otra. Todas buscando el protagonismo…y el hombre, el hombre no para de sucumbir a ellas.
Diríamos que son las tres diosas de la manzana de la discordia, nos destrozan a su antojo, juegan al misterio en cuerpos desprovistos de toda noción de lo que es “realmente existir”.
Desearía ser pluma, para no sentir, ser la nada que experimenta todo.
Debería ser corriente, para seguir el ciclo eterno de la vida
Tendría que ser el viento para retozar sobre sentimientos vacíos
…pero soy aquel mortal que experimenta todo para morir cuando el último respiro llene mis pulmones, mientras mi mente viaja irreversiblemente hacia el pasado con un pasaje solo de ida…
No quiero morir, no quiero que nadie lo haga, la vida es demasiado cruel al dejarnos alcanzar nuestros deseos para luego quitárnoslos de cuajo.
Debería maldecir, pero los segundos de vida son tan preciados que no quiero desperdiciarlos envenenándome el alma mortal.
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