Y
me parece hermosa la sangre fluyendo de mis venas.
Descansar
con los ojos abiertos y dejar de beber y comer solo para verme y sentir
languidecer.
Tener
a la muerte besándome tiernamente, con sus pálidos y delgados labios mientras
sonrío plácidamente esperando algo más, algo que demora una eternidad.