martes, 10 de diciembre de 2013

Autoengaño

Cuando se abren los ojos al sol, este brilla tan intensamente que te produce una leve ceguera, pero te acostumbras y la luz ya no se hace tan potente. Te permite ver por fin lo que hay a tu alrededor de forma clara, precisa y libre.

Es lo que ella siente ahora, una libertad y una claridad de pensamiento que la inquietan, pero que le muestran la verdad de las cosas: una descepción amarga y una libertad fría que recorre su espalda.

El limbo emocional, o más bien el valhjala.
Lo único que sabe es que nuevamante se siente vacía, estéril, miserable: una más, una más que se atrevió nuevamente a soñar con algo parecido al sentimiento universal.
Por un momento tocó el cielo, ahora toca un poco más allá del infierno, que es un lugar tan frío, tan desprovisto de vida que hiela el pensamiento.

Ya no quiere padecer, ni volver, ni soñar, ni imaginar...no tiene energías, solo un desaliento magnificado por el desprecio hacia ella misma.
Miserable el ser desprovisto de caridad ajena, miserable el alma desprovista de colores, miserable de mi que caigo en la telaraña de un engaño ejercido por mi misma...

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