Estás atrapado entre dos corrientes y el castillo está cruzando el río Mnemosine, crúzalo y bebe de sus aguas para que olvides y no existas más, para que dejes este mundo plagado de fantasmas miserables y vidas truncadas. Mira hacia donde se dirige el viento, detén tu atención en la nube pasajera que avanza sobre tu cabeza, ofrécele tu entrega. Calma tus sentidos en las caricias del tibio ulular de lágrimas.
Otra vez la misma melodía, el mismo resplandor sin sombra que no te deja ver más allá…pobre, te estás quedando solo, asustado… ¿dudas? Las puertas del infierno están siempre abiertas para recibirte.
Un paso, dos pasos, tres, cuatro…cinco…seis…tus pasos y el eterno tic-tac del reloj, tus pasos y los mortales latidos del corazón, tus pasos y el fugaz susurro de los dioses, tus pasos y el precipicio y muerte seguros. Confía, puedes dudar de todo, menos que vas a morir…
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