viernes, 9 de septiembre de 2011

vorágine

Y desangro mis lágrimas en acantilados, queriendo buscar almas distintas y tan iguales
Escuchando voces muertas tan vivas de añoranza, comprendiendo, entendiendo al fin que la verdadera muerte no es el cerrar los ojos para siempre, sino que los vivos olviden a sus muertos.

Comprender que la comprensión no existe y que la verdad no es más que la más grande de las mentiras…saber que no he sabido y que las horas no son más que minutos escondidos en la sonrisa del tiempo rapaz…escribiendo para que mis palabras no mueran en el vacío y mis sentidos se pudran en la esquina de tu casa.

Quiero decir, queremos decir…no digo ni diremos nada, pues hoy escucho una voz tan muerta que me deprime, pero me anima, pero me calla, pero me miente, pero me engaña.
Quiero saber, expresar, sentir, decir, explorar, gritar, cantar, llorar…expresión de libertad que me advierte de los latidos del corazón viajero y nostálgico que un día no muy lejano se volverá holgazán y amenazará con detenerse, a lo cual, ya sin fuerzas le pediré un consuelo olvidado dándole gracias eternas por devolver a este ser cansado a la matriz del silencio…de donde venimos, pero no queremos regresar…

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