Deja al loco, deja el indignado alzarse de una vez por todas, verás que la verdad no se esconde solo en nosotros.
Deja al loco, déjalo que se enfurezca en su entorno, que alce la voz y pida y exija y clame por ayuda. Deja a ese loco no tan loco que hable por fin y no vuelva a callar. Sabemos pues, que nada justifica nuestro silencio a la hora de la justicia. No podemos callar y seguir un sendero a tientas, ese loco, ese maldito loco tiene más alma en el cuerpo que tú y que yo…déjalo emprender el vuelo y que no vuele tan lejos, déjalo alzarse en las sombras para luego huir hacia el sol…déjalo porque la muerte lo ronda y él lo sabe, todo hombre de fe y convicción lo sabe…¿viste?... no era tan loco.
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