martes, 16 de agosto de 2011


Ah! Mi Dios del Cielo, qué cosas pasan por la cabeza de esta sierva tuya perdida en los abismos....
Necesita de un pastor amoroso y tierno que la cuide y la proteja. Aunque se vea terca, tozuda como ella sola, en realidad es solo un alma perdida que busca dirección desesperada y no la  encuentra…Ah! Dios misericordioso, líbrala de ella misma y sus pensamientos…de un momento en el silencio a esta parte, está perdiendo la razón y se guía por alguna voz interna tapizada de mentiras y falsos consejos. Señor Jehová…si tan solo te inclinaras al oído de tu sierva, si tan solo lo hicieras verías una oveja desollada en medio de lobos hambrientos…

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